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sábado, 29 de noviembre de 2014

Palco de Prensa: Solorio venció a Cuamea.

                                      Por : Gilberto LAVENANT

Por fin, Daniel Solorio Rámirez venció al aún Rector de la UABC, Felipe Cuamea Velázquez, luego de un conflicto laboral que se prolongó durante 787 días, en el que los abogados universitarios hicieron uso de una serie de triquiñuelas y argucias legaloides.

Con fecha martes 25 de junio del año en curso, la Junta Especial Número Cinco de la Local de Conciliación y Arbitraje de Mexicali, Baja California, dictó laudo o resolución definitiva, dentro del Expediente Número 769/2012/-5, determinando que el Maestro de Derecho de la UABC, sea reinstalado, pues fue despedido injustificadamente, obviamente por instrucciones del Rector Cuamea, el 13 de marzo del 2012.

Solorio ingresó a laborar a la UABC, el 26 de octubre de 1975, o sea hace 39 años. El 1 de septiembre de 1982, adquirió su definitividad como docente. El 13 de marzo del 2012, por instrucciones de Cuamea, argumentando supuestas inasistencias de labores, fue despedido de su empleo.

A dos semanas de que la Junta de Gobierno designe a quien será el nuevo Rector de la UABC, aunque Cuamea concluye su gestión el 27 de enero del 2015, la autoridad laboral resuelve que Solorio Ramírez fue despedido injustificadamente y, por lo tanto, debe ser reinstalado en el puesto de Profesor Ordinario de Carrera Titular Nivel “C”, de tiempo completo, en la Escuela de Derecho, en Mexicali. Además de pagarle salarios caídos, o sea los que se le dejaron de cubrir durante el tiempo que se prolongó dicho conflicto.

El “pecado” del profesor universitario, fue haber sido uno de los principales críticos y observadores del accidentado y desaseado procedimiento mediante el cual fue designado Rector Felipe Cuamea Velázquez.

En medio de serios cuestionamientos, Cuamea, con el carácter de Secretario General de la UABC, con fecha 6 de diciembre del 2010, asumió el cargo de “encargado de despacho” de la Rectoría, lo que lo llevó a ostentar varias representaciones, que obviamente viciaron el procedimiento de sucesión rectoral. A un mismo tiempo, era Secretario General de Gobierno, encargado del despacho de Rector, en consecuencia, Presidente del Consejo Universitario, y, de paso, candidato a Rector.     

Sin embargo, el 27 de enero del 2011, en una reunión celebrada en Tecate, la Junta de Gobierno designó Rector a “la divina trinidad” –en este caso, cuatrinidad, secretario general, encargado de despacho de Rector, presidente del Consejo Universitario y candidato a Rector- y de inmediato le tomó la protesta como tal.

Poco más de un año después, el 13 de marzo del 2012, personal administrativo de la Universidad Autónoma de Baja California, notificó a Solorio Ramírez que estaba rescindida su relación laboral, por supuestas inasistencias laborales. La verdad, era conocida por muchos. Cuamea hizo valer su poderío rectoril, restregándoselo en el rostro al profesor universitario, que tanto criticó su designación.

No fue fácil para Solorio, salir adelante. Las instrucciones de Cuamea eran drásticas : no lo quería ver, ni en pintura. Los abogados de la UABC, deberían hacer valer cualquier artimaña o triquiñuela, para impedir que Solorio Ramírez pudiese regresar a laborar a las aulas universitarias. Pero, como diría el Chapulín Colorado, “no contaban con mi astucia”, pues no contaron con que el afectado, es Licenciado en Derecho. Y excelente.

El 11 de mayo del 2012, por conducto de apoderado legal, Solorio Ramírez presentó su demanda laboral. Tenía en su contra, que el tribunal laboral que atiende los asuntos de los trabajadores universitarios, en este caso los académicos, prácticamente está en manos de las propias autoridades de la UABC.

El laudo o resolución definitiva, lo suscriben el Lic. Ricardo Dagnino Moreno, quien hasta hace poco era Secretario General de la UABC y por lo tanto incondicional del Rector. El Lic. Juan Guillermo espinoza Aguilar, representante de los trabajadores académicos de la UABC y por lo tanto también incondicional del Rector. La Lic. Elizabeth Ruiz Hernández, Secretaria y la Lic. Norma Rosina Zepeda Cháidez, Presidente.

La “parte patronal”, maniobró para “acreditar”, que el despido de Solorio Ramírez fue justificado. Empero, no observaron que el Artículo 161 de la Ley Federal del Trabajo, señala claramente, que cuando la relación de trabajo haya tenido una duración de más de 20 años, el patrón solo puede rescindirla, o sea darla por terminada, por las causas graves previstas en el artículo 47 del mismo ordenamiento, en especial, que sean particularmente graves o que hagan imposible la continuación de la relación laboral.

Solorio Ramírez, tenía 30 años laborando, bajo la condición de definitividad, por lo que la parte patronal no lo podría despedir, por supuestas faltas administrativas, lo que, aunado a otras argumentaciones, dieron sustento a la resolución final : la autoridad universitaria no acreditó que el despido haya sido justificado.  

Un total de 787 días tardó la ardua lucha del maestro universitario, contra el poderío del Rector Felipe Cuamea Velázquez. Esta, no fue una lucha de Daniel Solorio Ramírez, contra la UABC, sino contra un individuo que ostentó el cargo de Rector de la Máxima Casa de Estudios, al que llegó mediante un proceso desaseado y cuestionado. Como diría Andrés Manuel : “el Rector espurio”.

Esta fue, guardadas las proporciones, algo así como la pelea de David y Goliat. El poderío del aún Rector, se extingue el próximo 27 de enero del 2015. El derecho de Solorio, persiste. Le pegó a Cuamea, “entre ceja y ceja”.

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